sábado, 10 de agosto de 2013

Compartimos Poemas de Nicolás García Duarte

Nicolás García Duarte. Nació en 1976, en Granada y actualmente reside en Managua. La reconocida escritora Gioconda Belli, prologó "Retrato de poeta con joven errante ", muestra de poesía nicaragüense escrita del año 2000 al 2005, en cuyo libro aparecen diez de sus poemas, junto a los versos de otros diez nicaragüenses que forman parte de lo que Belli llama "La Generación del Desasosiego". Estos tres poemas son de su libro inédito "Ciudad desconocida". Estamos preparando una nota con este autor para el próximo número de la Revista Antípoda.



LA CIUDAD DE LAS LÁMPARAS

Estoy desnudo y atado de pies y manos con gruesas cadenas,
sobre una montaña de equipos de sonido, 
apiñados por lámparas absurdas, 
en una desolada calle 
de una ciudad que desconozco.

Noche y viento y estrellas.

No hay nadie en la ciudad abandonada. 
No pasa gente y los carros se olvidan
del asfalto iluminado.
Una bandada de lámparas encendidas
revolotea sobre mi rostro.

Giran y giran y giran. 
Lámparas y lámparas y lámparas. 
Luces y vueltas, 
vueltas y luces y vueltas y luces.

Ciudad desconocida,
habitada por lámparas que viven, 
comen y duermen, trabajan y hacen el amor,
y se alumbran mutuamente.

Multitud de lámparas protestan a mi alrededor.

Mi cuerpo desnudo y atado tiembla entre luces,
blanquecinas 
de
lámparas 
absurdas.

Arden los equipos de sonido : 
pira electrónica que consumirá mi piel, 
mis huesos, 
las huellas de mi existencia.

PIEL DE FOTOGRAFÍAS

Llevo un paisaje marciano tatuado en la frente. 
Estoy desnudo en media calle.

Las fotografías incrustadas en mi piel, 
desde mi nacimiento, 
son vistas por sorprendidos ojos 
tras el velo del fundamentalismo.

La matanza de ventanas abiertas 
provocará
que los empozados lagos en las sábanas multicolores
de los hombres y las mujeres 
se desborden
y aneguen 
de lágrimas el planeta de los clones que dicen ser 
realistas.

El olor de los suicidas, 
el olor de los hombres ahorcados, 
se parece al aroma de los frescos
que adornan las paredes, 
fronteras, que separan unas casas de 
otras.

Hay en fila, 
un ejército de camaleones leyendo periódicos.
Todas las mujeres que se van a casar, 
vestidas de blanco, 
se aglomeran, 
rodean, 
a una escoba y a un bolígrafo gigantes, 
recién casados frente a las imprevisibles aguas
del mar del futuro.

Las fotografías incrustadas en mi piel,
desde mi nacimiento, 
están rotas.

ÓSEA MULTITUD

Nido de huesos.
Todo el tiempo reposa
el pájaro
en mi muerte.

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