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| Foto gentileza de Franco Gariboldi |
Por Marina Nill
CHACO, ARGENTINA.-Francisco Gariboldi (más conocido por Franco) además de un colega, es un amigo entrañable, de esas personas cálidas y generosas que terminan siendo un regalo de la vida. Siempre estuvo el deseo de invitarlo a participar de esta columna, que se postergaba por esa fatalidad del tiempo, que corre su propia maratón mientras nos convence de que sigue en el lugar de siempre.
Incluso, una vez concretada y aceptada esta invitación, el tiempo continuó corriendo, hasta que finalmente, la entrevista se realizó. Y de una manera tan espontánea y jovial, que podríamos titularla “Franco por Franco”, pues la descripción que el artista hace de sí mismo y de su vida, no tiene desperdicio.
Incluso, una vez concretada y aceptada esta invitación, el tiempo continuó corriendo, hasta que finalmente, la entrevista se realizó. Y de una manera tan espontánea y jovial, que podríamos titularla “Franco por Franco”, pues la descripción que el artista hace de sí mismo y de su vida, no tiene desperdicio.
Franco nace en el barrio de La Paternal, Capital Federal, en 1950, aunque sus recuerdos se ubican entre Campo de Mayo, Bella Vista y San Miguel, en la provincia de Buenos Aires.Es técnico industrial egresado en el 69 de la ENET San Miguel, habiendo laburado toda su vida de dibujante de planos. Descubre su pasión por los libros al caer en sus tempranos once años en sus manos el libro “Corazón” de Edmundo de Amicis.
A partir de ahí, hasta hoy, se lee todo cuanta cosa escrita ande circulando por el ambiente, lo que le ha acarreado no pocos problemas con los enemigos de la lectura. Los escritos de sus años mozos, según él, afortunadamente se han perdido, ya que aparte de ser abominables se trataba en la mayoría de los casos de atrevidos plagios. Hoy sigue plagiando, pero con tanto profesionalismo que nadie lo advierte y el mundo sigue girando.
Posee unos cuarenta instrumentos musicales, habiendo logrado en su trayectoria como músico atormentar concienzudamente a los pobres vecinos que lo odian cada vez que conecta sus poderosas guitarras eléctricas o se le da por sopletear desaforadamente esas tremebundas cornetas de largo alcance que despiertan elefantes.
Además de los convencionales, se le da por interpretar cosas ruidosas llamadas tricordio, camellino, tambura, arpa de boca, teheremín, berimbau, vibráfono, guantes mágicos, kalimba, mandolina y guitarra hawaiana.
Ya se han juntado firmas para echarlo de La Escondida, mansa comunidad en que vive, pero siempre logra zafar pues cuando cae la policía a constatar los ruidos molestos, lo encuentran silenciosamente escribiendo sus cuitas.
“Integró y desintegró grupos con los que han intentado hacer folclore, jazz, bebop, tango, rock, chamamé, clásica, beat, siempre signados por estrepitosas y controvertidas (?) presentaciones. Es miembro de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) local, de REMES (Red Mundial de Escritores) y de ULatE (Unión Latinoamericana de Escritores), entidades que lo soportan porque, según él, son buenitas.
Ha ganado unos premios por ahí (“porque los buenos no se anotaron en esos concursos, suele explicar) que no le trastornaron el cerebro para nada. Suele asistir juntamente a Maruca (María Anadón, su compañera de vida) a encuentros internacionales en los que, además de tener una activa participación, llevan siempre ejemplares de libros de autores chaqueños provistos por el Instituto de Cultura del Chaco, como una manera de difundir la actividad creativa de la provincia en centros culturales de otros países latinoamericanos.
Ambos (el matrimonio) fueron distinguidos como Embajadores Culturales por la República Plurinacional de Bolivia. Ha integrado antologías en Chaco, Córdoba, Buenos Aires, Misiones y Corrientes. Tiene publicaciones en España, México, Israel, Bolivia, además de haber sido convocado a eventos literarios en Paraguay, Brasil, México, Chile, Perú, Venezuela, Bolivia y Colombia, a los que visita con regularidad.
Tiene editados, además de cuentos en una veintena de antologías: “Anselmo y los generadores de anécdotas” (novela), “Inestable equilibrio” (cuentos), “Quiero decirte algo (sin importancia)” (cuentos) y “Acaso se llamara solamente Maruca” (cuentos). Asimismo, ganadores de premios pero no editados: “Los trastornados tipos que inventaron a dios” (novela) y “La leyenda del atorrante inmortal” (novela).
“Su hermana Elsa, artista plástica, es quien normalmente pinta y diseña sus portadas de libros. Tiene material para otro libro de cuentos al que le anda buscando título y destino, una novela que está terminando de elucubrar (se niega a contar el final) y una obra de teatro de revisionismo histórico “horrible”, según su definitoria definición. Colabora en la organización, en su pueblo, de cosas referidas al arte y la cultura tales como encuentros de escultores, festivales chamameceros, actuaciones de titiriteros, payasos, magos y toda la fauna.
Lleva adelante conjuntamente con la Escuela Nº 807 “Provincia de Salta” la edición de una antología que tendrá por nombre “Cuentos y versos orgullosamente chaqueños” en cuya elaboración participarán autores de la localidad y otras invitadas. Se trata de poner de manifiesto las expresiones del común de la gente (estudiantes, amas de casa, jubilados, profesionales, pibas enamoradas, aprendices de suicidas) que deseen comunicarse por este interesante medio.
El proyecto se puede concretar mediante la invalorable colaboración de la aplicación de la Ley de Mecenazgo del Instituto de Cultura, siempre presto a brindar su oportuna atención a las propuestas positivas de quienes poseen inquietudes de incentivación a la cultura en todas sus ramas. Durante siete años compartió con Radio Nayac y la Biblioteca Popular local, el emprendimiento de una antología titulada “Versos profundos de mi gente”.
Otra actividad que sabe llevar adelante es la del mago Cuenta cuentos, una idea surgida hace años al constatar la poca dedicación a la lectura entre los jóvenes y niños. Disfrazándose, haciendo trucos de magia, interpretando canciones con alguno de sus instrumentos, cuenta una historia y pretende despertar o incentivar en quienes ya lo tienen, el apego a la lectura. Deja, en cada actuación, hojas al público asistente con frases de inicio de un nunca contado cuento, al que se debe terminar en sus domicilios. Para el siguiente encuentro el Mago recoge estos textos y se les da forma de “libro” anillado.
La iniciativa es totalmente auspiciada y promovida por la Intendencia Municipal y el Concejo Municipal de La Escondida. Esta propuesta, con muy buena aceptación por parte de los alumnos ya lleva varios años de implementarse, habiendo realizado presentaciones de diferentes cuentos tanto en las escuelas y jardines de la localidad como en Ferias del Libro Infanto – juvenil en Resistencia, en Makallé, La Verde, Tarija (Bolivia) y el Estado de Hidalgo (México).
En las presentaciones en el extranjero las actuaciones son vivenciadas con Maruca, quien hace de Princesita (a veces Triste, otras Alegre, otras Enamorada, según el argumento). Ha logrado la adhesión de la Unión Latinoamericana de Escritores para la causa Malvinas. Se siente tremendamente feliz al comprobar que los ideales de su juventud se están concretando mediante las políticas acertadísimas de inclusión social, de apoyo a la cultura, de visualización de los pueblos originarios, de implementación de planes de promoción de la juventud, de atención a los más necesitados, de promoción de una Ley de medios, de entregas de libros interesantes sin ningún cargo a estudiantes y un largo etcétera con los que se identifica plenamente.
“Acude a todos los encuentros y cursos que dicta el instituto de Cultura, logrando capacitarse convenientemente para los desafíos de un futuro cada vez más exigente.
Contactos del Mago y la Princesa: maruca807@hotmail.com y fgariboldi@indunor.com .”
A continuación, como estilamos en este espacio, para que lo conozcan un poco más les obsequiamos una de sus producciones, titulada “La errante búsqueda”.
"Tiene el lector la seguridad, la plena pero no conciente certeza que aquello que tanto busca con denuedo en las impresas hojas de la literatura, no será nunca por él hallado.
Es que busca el cuento que cuente su vida. Que sepa narrar sus cotidianos magros triunfos y justifique los múltiples fracasos, que sepa en palabras plasmar su desazón, el demoledor aburrimiento que engrisa su espíritu, el anhelo de una luz que recupere las aristas de los amorfos objetos internos que apenas dejan entrever sus esquivas formas.
Recuperar de la dormida memoria un aroma, el sonido de una lejana voz en el tiempo, que supo marcar alguna vez una presencia agradable.
Un escrito que sea la matemática y filosófica explicación de su paso por el mundo, donde se vea refleja- do más allá del cuerpo, en el que las palabras puedan ennoblecer sus bajezas, cobardías, silencios cómpli-ces, ambiciones insatisfechas.
Y también, como si fuese posible hallar en un escrito plasmada el alma y sus intrincados laberínticos circuitos, desea ver el futuro, su futuro, el único que le interesa.
Pero solamente encuentra ajenos inverosímiles inventados trozos de historias dispares, lejanas, y cunde en sí la desesperación.
Más el lector avieso, perspicaz y avisado , sabe que la totalidad de su historia está completa, pero diseminada en todos los libros escritos y los por venir.
Y también sabe que al final ya lo conoce, desde el día en que, niño aún, tuvo contacto con la primer despedida total.
Ningún libro contendrá su historia. Por eso repasa su mirada en las impresas letras de todos los libros, logrando crear dentro suyo imágenes y circunstancias con las que, a veces y como a ramalazos, se siente casi casi identificado.
Busca en esas novelas, en esos cuentos, completar su identidad, su historia, su vida.
Sabe que en este libro no se encontrará. No pleno. No entero.
Pero quizás un par de palabras o frases representen para sí un átomo de la compleja trama de su esquiva personalidad.”
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