jueves, 29 de agosto de 2013

Artista callejero latino renueva los grafittis en la ciudad de Chicago

Epifanio Monarrez, es un diseñador gráfico de 28 años titulado en Columbia College que, a través de las técnicas para pintar grafittis que utilizan las pandillas en Nueva York, transforma las paredes en paisajes naturales, personajes de tiras cómicas y figuras históricas de Estados Unidos y México.


Hijo de inmigrantes que llegaron a EE.UU desde Durango (México), Monarrez creció en un barrio donde pandillas como los Latin Kings y Two Six marcan territorio garabateando sus símbolos en paredes, portones de cocheras y todo espacio libre que encuentran. En tal sentido, el artista repiensa estos grafitis y en lugar de tratar de borrarlos. como hacen las autoridades norteamericanas, los repinta y transforma gratuitamente.

"Cada vez que veo una pared con los símbolos de las 'gangas' pienso en una transformación que tenga sentido, según el lugar donde se encuentre. 
Busco ideas en las tiras cómicas y libros para niños, y también en los libros de historia. A la gente no le gusta los grafitis, pero si uno los transforma y les da sentido, entonces lo entienden mejor", afirmó el joven artista.

Cuando el propietario de la pared está dispuesto a colaborar con la transformación, Monarrez le pide que aporte dinero para la pintura. "El pago que recibo es el material, el resto lo hago por amor al arte", recalcó.

Asimismo, sus murales no son destruidos por los pandilleros, tampoco ha recibido amenazas y en general la relación con las diferentes bandas ha sido buena. "Ellos saben que lo que hago no es contra las pandillas, y lo respetan. Cuando los veo receptivos intento enseñarles que pueden hacer lo que hacen, pero en otro nivel, con un enfoque artístico y no destructivo", agregó.

Su trabajo artístico

A Epifanio Monarrez le interesó el arte desde niño, y luego de estudiar diseño y obtener una licenciatura incursionó en la pintura y el grabado. "Desde chiquito me interesó enfocarme en el mensaje positivo", dijo el artista que ahora trata que los jóvenes que son sus alumnos aprovechen su legado cultural para pintar y darse a conocer en otros países.

Su talento ha sido reconocido por la comunidad hispana de Chicago y la Organización de Justicia Ambiental de la Villita lo invitó a colaborar en los trabajos de recuperación de los terrenos que ocuparon, hasta hace unos meses, dos plantas generadoras de electricidad con carbón. Las plantas Fisk, en Pilsen, y Crawford en La Villita, cerraron sus puertas después de contaminar durante casi un siglo a dos de los principales barrios latinos de la ciudad.

En tanto que, los edificios fueron demolidos y los terrenos están siendo limpiados por la Municipalidad para ser aprovechados en proyectos inmobiliarios y parques destinados a la comunidad. En ese proyecto, Monarrez será el encargado de pintar una serie de murales para recordar la lucha de los ambientalistas por el aire limpio en Chicago.

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